viernes, 28 de junio de 2019

Centenario de la consagración de España al Corazón de Jesús


El próximo domingo, 30 de junio, se celebrará la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón, tenida hace un siglo en el Cerro de los Ángeles, a unos 10 km. al sur de Madrid, en el término municipal de Getafe, considerado como el centro geográfico de la península ibérica. Es una invitación del obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, que convoca a sus diocesanos y a toda España a renovar la consagración de España al Corazón de Jesús. Al mismo tiempo, siente el obispo una cierta preocupación y pide «desvincular de cualquier lectura política o de nostalgias de épocas pasadas» la consagración de España al Corazón de Jesús.
–Un acto –dice– que está generando preocupación en la diócesis por la esperada presencia de grupos afines a la ultraderecha, que pretenden entrar con banderas preconstitucionales al acto, y que otros sectores utilizan para volver a acusar a la Iglesia de cercanía a nostálgicos de la España grande y libre.


Cerro de los Ángeles

Esta consagración de España tuvo lugar el 30 de mayo de 1919, cuando el rey Alfonso XIII inauguró en el Cerro de los Ángeles el Monumento al Sagrado Corazón. Allí se hallaban para la consagración de España al Corazón de Jesús el arzobispo de Toledo, cardenal Guisasola, el nuncio Ragonesi, 18 obispos, el último de los cuales Pedro Segura, en representación del arzobispo de Valladolid, cardenal Cos, del que era su auxiliar.
Concluida la misa y bendecido el monumento, Alfonso XIII pronunció el «Acto de Consagración de España católica al Sagrado Corazón de Jesús», en el que suplica: «…bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos… y al Ejército y a la Marina».
En la ceremonia se leyó el himno «Trono y Altar», del jesuita Alberto Risco, expresión del más genuino nacionalismo católico, donde se evocaba a la Virgen del Pilar, Santiago de Compostela, la Virgen de Guadalupe, Ávila, Loyola, y la evangelización de América. Su argumento principal será que reine «la España que Tú has preferido», para concluir:
–¡La raza precita /que acaso te ofende, no es pueblo español! / España son estos que cercan tu trono; / son estos que llevan al pecho tu imagen bendita; / son estos que hollando secreto, diabólico encono, /te aclaman de España por centro y por sol!
En este acto, el obispo Segura era el último en el escalafón de los obispos de España y su encuentro con Alfonso XIII no tuvo significación especial, distanciados uno de otro por el protocolo. Otra cosa será cuando se vean un año después en Valladolid y en Tordesillas, a punto ya Segura de marchar de obispo a Coria. Y especialmente en esta última diócesis, cuando Alfonso XIII visite Las Hurdes y sea acompañado por Segura, quien, salido de las aulas de la Universidad Pontificia de Comillas, tendrá una devoción muy marcada hacia el Sagrado Corazón de Jesús.
Segura será entre los obispos españoles el más significado promotor de su culto en España, con consagraciones y entronizaciones en los hogares y edificios públicos. La entronización del Corazón de Jesús en el Ayuntamiento de Cáceres el 26 de abril de 1925 fue la perla de tantas otras entronizaciones en la diócesis, acordada por el pleno municipal con la sola excepción del edil socialista. Se bajó procesionalmente para la ocasión la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, y en la Plaza Mayor de Cáceres ofició Segura de pontifical.
Ya maduraba Segura el proyecto de levantar al Sagrado Corazón un monumento en la misma montaña que dominaba a Cáceres y a gran parte de Extremadura. Efectivamente, allí, junto al Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, una imagen inmensa del Corazón de Jesús extendía sus brazos hacia el horizonte desde el 14 de noviembre de 1926, cuando ya Segura estaba a punto de pasar a la archidiócesis de Burgos. El cronista del Boletín Oficial de la diócesis cuenta que ese 14 de noviembre será «una fecha gloriosa en la Historia de la capital». Por la mañana, fue entronizada la imagen del Sagrado Corazón en el Salón de Sesiones de la Diputación de Cáceres y el presidente, Gonzalo López-Montenegro, pronunció la fórmula de consagración de la Provincia de Cáceres. Y por la tarde se procedió en la Montaña a la bendición del hermoso monumento allí erigido.
Siendo ya arzobispo de Burgos, 24 de junio de 1927, tuvo lugar la entronización del Sagrado Corazón en la Diputación de Burgos. Pasó pronto a Toledo, como primado y título de cardenal. Pero aquí, el monumento al Sagrado Corazón quedó en proyecto ante la llegada de la Segunda República y su expulsión de España.
Venido en 1937 a Sevilla como su arzobispo, Segura tuvo en 1941 una Santa Misión. Y como recuerdo diocesano de esta Santa Misión, propuso un proyecto que «venimos acariciando»: Un Monumento al Sagrado Corazón en la capital diocesana, «cual corresponde a la ciudad, que tantos monumentos tiene erigidos en sus plazas y en sus jardines».
Hecho realidad, el Monumento a los Sagrados Corazones, levantado en el Cerro de San Juan de Aznalfarache y bendecido en 1948, se convertirá en el gran mausoleo donde yazcan junto al cardenal Segura los restos de sus padres y hermanos.

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