Hoy es la romería de la Virgen de
Cuatrovitas, desde la parroquia de Bollullos a su ermita. En el Aljarafe, a 16
km. de Sevilla, se encuentra la villa de Bollullos de la Mitación y a unos 6
km., la ermita de la Virgen de Cuatrovitas, patrona de
Bollullos y del
Gremio de la Aceituna de Verdeo del Aljarafe. La ermita,
originariamente mezquita almohade que se adaptó al culto cristiano, es un
edificio de planta rectangular dividido en tres naves. Su orientación islámica
fue alterada al romperse el nicho del mihrab, abrir en él una puerta, mientras
la entrada original se cubrió con el retablo. Este recinto ha sufrido en los
tres últimos siglos importantes reformas. El retablo mayor, con columnas
salomónicas, está presidido por la imagen de la Virgen de Cuatrovitas (0,75
m.), fechable, igual que el retablo, a comienzos del siglo XVIII.
Si la Virgen de Cuatrovitas es de tan
reciente factura (siglo XVIII), ¿qué fue de la imagen primitiva? No se sabe,
pero la leyenda está recogida en la Regla de la Hermandad matriz que se aprobó
en 1826. Cuenta cómo, en fecha indeterminada, «fatigado cierto Pastor de la sed
que le oprimía, se dirigió para saciar su necesidad al expresado Pozo, que lo
halló todo iluminado con un resplandor extraordinario, que le sorprendió, y
aturdido y fuera de sí se encaminó con precipitada agitación a la inmediata
villa de Bollullos, y publicando esta novedad admirable, la Justicia,
Ayuntamiento, Cura Párroco, Sacerdotes acompañados de otras muchas personas, se
dirigieron al referido Pozo, donde cerciorados de cuanto había declarado el
Pastor, procuraron averiguar en lo posible esta iluminante novedad. Advirtiendo
que aquella claridad se comunicaba al Pozo por las estrechas concavidades de
material de una de sus barrancas, y con este motivo se determinaron a
desmoronar y franquear aquel sitio, donde encontraron una Cueva, y en su fondo
colocada la Imagen de Nuestra Madre y Señora la Virgen Santísima con la de su
Santísimo Hijo en una de sus benditas manos, y en la otra mano como especie de
un higo, que se ignora su significado. El júbilo y admiración en los
concurrentes fue general, cual merecía este prodigioso hallazgo, que brevemente
fue divulgado por todos los Pueblos de la Comarca, que, apresurándose sus
habitantes en tener parte en esta santa alegría, no perdieron momento en
reunirse con los primeros y satisfacer sus deseos de rendir a esta prodigiosa
imagen el debido culto y veneración».
Curiosamente, la Hermandad matriz era de
Sevilla y no de Bollullos. Hermandad que tuvo sus Reglas aprobadas por la
autoridad eclesiástica en 1595 y formada por «naturales y vecinos de Sevilla,
para hacer la fiesta el día de Nuestra Señora de Agosto, porque aquel se
celebra la fiesta santísima de Nuestra Señora de Cuatrovitas para efecto de ir
a su casa y ermita y acompañar la procesión y celebrar su fiesta en el mismo
día y para nos honrar en nuestros enterramientos». La mayoría de los hermanos
residían en la calle Tintores o alrededores y celebraban cabildo en el vecino
convento Casa Grande San Francisco, en la capilla de San Antonio, lo que hace
suponer que esta Hermandad reuniera en sí al gremio de los tintoreros. De
hecho, en la calle Tintores se hallaba a finales del siglo XVII un retablo
donde se veneraba esta imagen de la Virgen.
Esta Hermandad organizaba todos los años la
romería a Cuatrovitas por la Virgen de agosto, a la que se unían no pocos
vecinos de Bollullos. Pero las reyertas y alborotos entre unos y otros llegaron
al lamentable suceso del apuñalamiento de dos cofrades de la calle Tintores.
Esto determinó al arzobispo Palafox, que rigió la diócesis hispalense de 1684 a
1701, a ordenar su separación y que los de Bollullos creasen nueva Hermandad en
el año 1700.
Convivieron ambas Hermandades hasta el año
1750 en que desapareció la de Sevilla, por proceso incoado por el fiscal
general de Arzobispado al encontrarse la Hermandad sevillana casi extinguida.
Todos sus bienes pasaron a la de Bollullos, que se convirtió así en Hermandad
matriz, y única.
La Virgen permanece todo el año en la
ermita, cuidada por unos santeros, salvo dos meses largos del verano, en que es
llevada al pueblo para recibir los cultos.
Comienza el día de Santiago, 25 de julio,
con el traslado de la Virgen desde la ermita al pueblo. Llevada en andas por
mujeres, la Virgen camina cubierta para librarla del polvo del camino, y se
lleva a la parroquia, donde permanece hasta el cuarto domingo de octubre, día
grande en Bollullos, en que se dan cita los pueblos comarcanos para acompañar a
la Virgen en romería hasta su ermita.
El último domingo de octubre, tras la misa
de romeros, a las ocho de la mañana, la Virgen vestida de pastora vuelve en su
carroza, llevada por bueyes, a su ermita. A la llegada, las más de cien
carretas que la han acompañado pasan delante de ella para rendirle el último
adiós. Es emocionante la entrada, pasado el mediodía, cuando los jóvenes se
resisten a introducirla en la ermita. Se oyen gritos de alabanza de la Virgen: ¡Viva
la Virgen de Cuatrovitas! ¡Viva la Patrona de Bollullos! ¡Viva la Reina del
Aljarafe! ¡Viva la Reina del Verdeo! ¡Viva la Reina de la Aceituna!
Cuatrovitas se prepara para celebrar sus
425 años en el 2020.
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